Lo prometido es deuda y ya hacía tiempo que les prometí la receta del preparado de este comodín del bien para el jardín así que acá me tienen.
Antes de empezar, un disclaimer: lo que van a preparar es un fermento, por lo tanto está vivo y como todas las cosas vivas, tiene sus olores. Los primeros olores van a aparecer durante el proceso de fermentación, al 4to o 5to día, y van a ir en aumento hasta un punto en el que se va a quedar así. Después, al usarlo para riego o pulverización, lo van a sentir, tenganlo en cuenta. Es importante ir haciéndonos amigues de estas cosas que son normales en la vida real no la de olorcito a productos de limpieza. Dicho esto, hablemos del fermento de ortiga.

Empecemos por algunas definiciones para aclarar el panorama general. Un purín es el producto de la putrefacción controlada de plantas para usarlas como tratamiento en el cuidado del cultivo o el jardín. La fermentación es un proceso por el cual una sustancia orgánica se transforma en otra por acción de un fermento, que en el caso de nuestro preparado, son los microorganismos presentes en las propias plantas que vamos a fermentar.
Para prepararlo vamos a necesitar la planta fresca o seca, desmenuzada o triturada. En caso de utilizar la planta fresca la proporción será 1:10, esto quiere decir que, por cada parte de planta que utilicen, se agregan 10 partes de agua al preparado. Para la planta seca 1:20, ya que siempre que usemos hierbas secas, los principios activos están más concentrados.
Es impotante la elección correcta del recipiente donde vamos a realizar la fermentación. Idealmente será un frasco de vidrio, si no, uno plástico pero nunca uno de metal, ya que este material interfiere con el proceso. También hay que tener en cuenta que es necesario dejar espacio vacío para el aire y para revolver el preparado. Para fermentar 1 litro de purín yo uso un frasco de 1,5 litros de capacidad.
Se colocan las plantas y se incorpora el agua, que tiene que ser de filtro, de lluvia o desclorada, a temperatura ambiente y se remueve hasta hidratar bien el material vegetal.
Esto se va a dejar fermentar durante el tiempo que lo necesite, por lo general el proceso toma entre 10 y 15 días dependiendo de la temperatura ambiente. Durante la fermentación es muy importante dinamizar el preparado, revolviéndolo enérgicamente, formando un remolino que incorpore oxígeno al líquido, durante por lo menos 2 y hasta 5 minutos. Esto sirve para controlar el proceso de fermentación. Al revolver, van a ver que suben burbujitas de efervecencia, no las típicas de aire que se forman cuando revolvemos. El proceso de fermentación está completo cuando, al revolver, esas burbujitas no aparecen.
Ahí, lo mejor es hacer un primer colado para separar los restos de planta del líquido y después, un filtrado con tela, para sacar las partículas más finas. Se puede conservar en heladera hasta 6 meses, aunque va a ir perdiendo propiedades, no se olviden que los fermentos están vivos!!

Este preparado tiene efecto bioestimulante, mejorando la absorción de nutrientes, la tolerancia al estrés y la resistencia a ataques de plagas y hongos. A la vez, mediante la aplicación foliar, también funciona como un potente repelente de insectos. Pero eso no es todo! También se puede usar para activar el comopst gracias a su gran cantidad de microorganismos benéficos.
Para usarlo tenemos dos opciones. Se puede diluír en el agua de riego, poniendo 1 parte de fermento en 10 partes de agua, aplicando cada 2 semanas. Se puede utilizar foliarmente, diluyendo 1 parte de fermento en 5 partes de agua y aplicando semanalmente.
Como con todo mi consejo es que no se envicien, que lo prueben, se maravillen de sus efectos y lo usen en función de que las plantas lo necesiten y no como un estímulo constante. En la huerta pueden hacer lo que quieran, cuando trabajamos con plantas productivas y un suelo que está constantemente entregando nutrientes es otra historia!
Les gustó? Cuéntemne todas sus impresiones y dudas! Lo probaron? Compártanme sus experiencias!!